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Conoce el origen de la aromaterapia ...

En tus fosas nasales debe encontrarse clavada la frescura boscosa del eucalipto. Ese aroma dador de sentimientos, emociones y recuerdos que inundan tu mente. Seguro recuerdas a tu amorosa madre untándote con paciencia aquella frescura, tras las complicaciones de un resfriado inoportuno extendido más allá de la medianoche. 

Desde épocas pasadas, el ser humano se ha perdido en el misticismo de los aromas. El arte de usar aceites esenciales ha evolucionado hasta convertirse en lo que hoy conocemos como «aromaterapia», pero su evolución ha requerido varios siglos de perfeccionamiento. Esta técnica utiliza aceites esenciales extraídos mediante procesos precisos y especializados, y funciona como un apoyo a la salud y al estado de ánimo de aquellos que aprovechan sus propiedades e introducen esta terapia a su estilo de vida. (Bueno Cortés, s.f.).

Erróneamente, se piensa que los egipcios fueron los primeros en indagar los usos y beneficios de los aceites esenciales. Es verdad que ellos utilizaron recipientes de arcilla para extraer los aceites esenciales al calentarlos, y posteriormente, fueron los alquimistas los que introdujeron la destilación —método que consiste en herir plantas para extraer sus propiedades— y los inicios de la aromaterapia. (Bueno Cortés, s.f.) Sin embargo, la realidad es que el uso de plantas aromáticas y aromas proviene de tiempos más antiguos. 

En palabras de Bueno Cortés:

Hay registros de los antiguos escribas que indican la utilización de los aceites esenciales desde mucho antes del nacimiento de Cristo. Incluso en un antiguo manual de Medicina escrito en el año 2.000 a. de C., el Emperador chino Kiwang-Ti describía las propiedades medicinales del opio, del ruibarbo y de la granada (Bueno Cortés, s.f., p. 2).

La historia de los aceites esenciales no se detiene aquí. Esta técnica milenaria pasó por manos de los árabes, quienes la perfeccionaron y posteriormente comerciaron esencias como la mirra y el incienso, este último, clave para el tratamiento de los enfermos durante la Peste Negra que azotó Europa en el siglo XIV (Bueno Cortés, s.f., pp. 3-4). Pero fue hasta 1930 que René-Maurice Gattefosse, un químico francés, descubrió que el aceite esencial de la balsámica lavanda era capaz de cicatrizar y curar heridas en un menor tiempo que otros métodos. (Sans Bascuñana, s.f.)

Aceites Esenciales de Limón y Romero L´ZENSE.

La aromaterapia fue parte fundamental en el tratamiento de padecimientos durante la mayor parte de la historia de la humanidad, y pese al desplazamiento que sufrieron los aceites esenciales debido a la introducción de antibióticos, el uso de los mismos se ha popularizado en los últimos años.

Al día de hoy, la aromaterapia ha alcanzado un alto grado de aceptación, y se ha instaurado como un complemento efectivo a estilos de vida saludables e inspiracionales. Así como las propiedades del eucalipto se utilizan para aliviar los síntomas del resfriado común, existe un amplio catálogo de aceites esenciales que fungen como un apoyo terapéutico, relajante y sanador en la rutina diaria de las personas. Su mayor plus es su naturaleza: las propiedades de los aceites esenciales son grandes porque en su esencia están concentrados los beneficios de las plantas de las que fueron extraídos.

Cada persona puede elegir los aceites esenciales que encajen perfectamente en su estilo de vida, y el modo de utilización depende totalmente de aquello que se busque obtener. Dicho esto, existen dos maneras claves para aplicarlos. La inhalación y la vía tópica son dos de los métodos más conocidos. Por ejemplo, una buena forma de combatir un dolor muscular sería aplicar de forma directa aceite esencial de árbol del té sobre el área que se busque tratar, mediante un masaje relajante que destense la zona a tratar. Este uso es conocido como «vía tópica» donde las propiedades de este aceite esencial se potencializan mejor de esta manera. Por el contrario, inhalar el cítrico aceite esencial de limón (a través de un difusor, por ejemplo) funciona muy bien si se busca un efecto antiviral, antimicrobiano y relajante, excelente para el apoyo de tratamientos de enfermedades de las vías respiratorias.

La procedencia pura y natural de aceites esenciales evoca su facilidad para adaptarse a cada persona. Influyen en el sistema inmunológico, el estado de ánimo e incluso la regeneración de las células cutáneas. Cada persona encontrará que una u otro aceite esencial tiene cierto efecto positivo en su día a día. Por lo anterior, es recomendable explorar el amplio catálogo que existe y adaptar su uso a los efectos positivos buscados.

Artículo por Andrea Lozano.

Referencias.